miércoles, 3 de julio de 2013

Mi amiga Casilda

Las labores propias de mi sexo me han llevado a bajar a Madrid esta mañana. Adios a mis pajaritos, a mi ruiseñora y a las apestosas urracas. Con mucho espíritu, me he montado en el coche y me dirijo hacia la urbe que, ansiosa, engulle cada día miles de vehículos entre sus entrañas. Ya soy uno mas del pandemonium y pronto empiezo a disfrutar de los parabienes del tráfico rodado en hora punta. Esta vez, no me encuentro solo, me acompaña mi inseparable y fiel Tomtom, que con su voz insinuante hace que la conducción sea mas agradable. Aún no hemos empezado a discutir, mientras nuestros destinos sean conocidos nos ponemos de acuerdo, pero al llegar a terreno indómito solemos terminar mandándonos a la mierda. Si no, al tiempo, que ya sabemos de que pie cojea cada uno.
- recálculo - me dice, ahora que íbamos bien. A mi lo que me saca de quicio es que mi navegador tenga tan poca sangre, de verdad. Si me confundo de avenida podría decir: Recálculo, coño! Pero esa displicencia con la que me trata, que le da igual, que este aparcando el coche, que cayendo por un barranco me mata: Recálculo, está! a! cinco! metros! del final! del precipicio! Y me lo dice asi. Coño, que tu también vas montada guapa, Que no te vas a romper los huesos, pero la pantalla y los circuitos integrados se te van a quedar  hechos unos zorros.
Yo le llamo Casilda, son ya muchos kilómetros juntos, muchas vueltas dadas gracias a su conocimiento de las calles; al final, somos como un matrimonio de mas de veinticinco años. Un arqueo de la ceja dice mas que mil palabras. Aunque, para ser justo, tengo que reconocer que fantaseo con su imagen. A veces me imagino que Casilda es una rubia despanpanante, con pechos voluptuosos y una minifalda de escándalo, y le digo: Pero Casilda, ¿Dónde vas con esa pinta de puta? Si vamos ahí al lado, a comprar tabaco, y ella me contesta: Gire a la derecha. Educada es, siempre mantiene el usted, aunque acabe de mentarle a toda su familia. Son asi las mujeres frías, se que hay gente que le pone la actitud hierática, incluso en el sexo, pero no es mi caso.
Mira que le tengo dicho que estudie... Casilda actualizateee, haz un Master... Que asi no vamos a llegar a ningún sitio.. Pero ella, erre que erre, ya que es un ingenio tecnológico con voz femenina, podían haberlo diseñado obviando ciertas peculiaridades, las mujeres no saben leer un mapa!
Como Casilda se niega a aprender, me tengo que manejar con el escaso bagaje que existe en su cerebro o lo que coño sea. Cuando la compré, me extraño que vinieran señalizadas las calzadas romanas, pero cuando vi que en espectáculos, venia predeterminado el teatro de Mérida, supe que íbamos a discutir. Al menos no me vendieron la versión anterior, que la voz era en latín... Navegantius, senderus et caminus, se llamaba, y estaba tirada de precio, no me extraña!



2 comentarios:

Resistenciablog dijo...

A mi me pasa lo mismo me paso los viajes discutiendo con mi navegador, yo creo que se pregunta por que lo compré si pocas veces le hago caso, pero al final llegamos al destino, aunque gran parte del trayecto lo hacemos los 2 perdidos. La voz que tiene me hace mucha gracia, a veces creo que se va a quedar sin aire en alguna de las indicaciones "siga por la calle del Castillo Madrigal de las altas torres" se hace mas ameno el viaje y te avisa de los radares y la velocidad, pero la funcion aviso de barranco o la he probado aun, ya te contaré

Vimaru dijo...

Me encanta tu amiga Casilda. Y el comentario de las calzadas romanas. Estoy de acuerdo en que las mujeres no saben leer mapas, mi madre y muchas amigas lo corroboran, pero yo soy la excepción, me encanta leer mapas! Cuando viajo con mi santo, discutimos los 3!! Con él por no seguir a nuestra Casilda y él conmigo por tener que seguirla. Un trío divertido! Saludos.